Rehabilitación del Castillo-Palacio de Medinaceli
El proyecto de rehabilitación del Castillo-Palacio de Medinaceli para el Ayuntamiento de Castellar (Jaén), ejecutado en 1998 bajo la dirección de la Dirección General de Arquitectura y Vivienda de la Junta de Andalucía, representa una intervención arquitectónica destacada en la conservación y adaptación de un edificio histórico.
Contexto histórico y arquitectónico
El conjunto se compone de tres elementos fundamentales: la muralla, la torre y el palacio. La muralla, que delimita espacialmente el castillo, incluye una puerta principal con foso situada en el lienzo norte, siendo el acceso principal. El aljibe, de planta rectangular y excavado en la roca, se encuentra próximo a la esquina noroeste y cercano a la entrada principal de la fortaleza. La torre, situada en el interior de la fortaleza, no se adosa a ninguno de sus paramentos, polarizándose hacia la esquina suroeste. Su acceso se encuentra en su cara norte, a través de una puerta elevada aproximadamente dos metros respecto al nivel del suelo. La planta inferior está cubierta con bóveda de cañón fabricada con tapial reforzada con un arco apuntado de sillares regulares unidos con argamasa de cal. La segunda planta resuelve su cubrición con una cúpula por aproximación de hiladas. En cada uno de sus frentes presenta un vano con arco y bóveda de medio punto, cerrándose al exterior en una saetera.
El palacio, reutilizando el espacio amurallado en todo su perímetro, se edificó en el interior de la fortaleza medieval, lo que produjo una serie de reestructuraciones espaciales y funcionales. Castillo y palacio siempre han sido un conjunto edificatorio exento, constituyendo una manzana urbana hasta que pierden este carácter al adosarse viviendas en el lienzo oeste en el siglo XX.
Intervención arquitectónica
La rehabilitación se centró en recuperar y resaltar las características originales del conjunto, respetando su doble personalidad de castillo y palacio. Se despejó el patio de armas, creando una sucesión de espacios de acceso, paso, aljibe, fosa y un lugar para actos o conciertos al aire libre. La limpieza de las estructuras que contaminaban tipológicamente el conjunto permitió la identificación de sus partes y la recuperación de su carácter exento.
En el interior, se recompuso tipológicamente el palacio con una crujía exterior que, apoyándose en la muralla, da frente con su portada renacentista a la plaza-salón de la población. Otra segunda crujía se recuperó como galería sobre el patio de armas, conectando el palacio con la torre del homenaje y las distintas estancias.